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Para evolucionar debemos Aprender a Aprender

Para Evolucionar Debemos Aprender A Aprender

El sistema académico y las habilidades que nos entrega rara vez me ha parecido útil o práctico en la vida real. Nos enseñan a memorizar, nos hacen exámenes que no priorizan un pensamiento crítico, tampoco promueven tener criterio individual. El aprendizaje suele quedar de segundo plano y generar buenos hábitos de estudio no entra en el pensum curricular.

Sin embargo, en este mundo tan cambiante, con todas sus innovaciones y nuevas tecnologías, han generado la necesidad de tener el aprendizaje como una habilidad primordial para ser parte de los distintos rubros.

Juan Carlos, en su libro de Aprender a Aprender, no sólo trauma con toda la información e investigaciones que existen alrededor del aprendizaje, pero nos ayuda a ser pragmáticos y darle una nueva visión al aprendizaje. Conceptos tendencia como upskilling o reskilling se han vuelto un must para ampliar tus oportunidades laborales y personales.

El aprendizaje eficaz y eficiente

La base para la efectividad y eficacia del aprendizaje activo se concentra en la disposición que tengamos como personas que quieren avanzar y evolucionar. Para esto, comenta Juan Carlos, uno de los retos más importantes es la flexibilidad mental con la que exploramos nuevas ideas o conociendo creencias distintas.

El aprender suele hacer cambios de hábitos y pensamientos, por lo que aprender implica una inversión de energía, emoción y tiempo que puede abrumarnos. Por eso, cuando hablamos de eficacia en el aprendizaje, es porque lo vemos como un resultado y esto implica esos cambios de conductas.

 

El aprendizaje como proceso de asimilación

No deberíamos ver estudiar como un sacrificio, sino comprender mejor nuestro proceso de asimilación de conocimientos para poder generar experiencias de estudio que sean más productivas y emocionantes para cada uno.

Normalmente, si lo que estamos estudiando no es interesante para nosotros, no terminamos apropiándonos de los conocimientos e información que recibimos y se vuelve más difícil llevarlo a la práctica, por lo que terminamos olvidando lo que “aprendimos”.

Para evitar esta inversión sin resultados es importante establecernos objetivos y un plan de estudio, pues la motivación y el interés en la materia sin un propósito sobre cómo o para qué lo vamos a poner en práctica no es suficiente para un aprendizaje activo.

 

En Aprender a Aprender, expone 4 razones por las que alguien tiene el deseo de aprender y cambiar:

  1. Comprende los beneficios que obtendrá al hacer el cambio.
  2. Se emociona con estudiar para cambiar.
  3. Investiga sobre lo que esta estudiando, más allá de la clase.
  4. No lo detienen las dificultades.

El proceso de aprender para cada persona será completamente distinto, incluso los hábitos podrán variar. Pero lo que importa es el significado que le entregues a la información que estas recibiendo.

Los resultados de las investigaciones de 3 psicólogos especialistas en pedagogía (Ausbel, Novak y Hanesian) explican que el aprendizaje se convierte en una experiencia significativa cuando el estudiante encuentra la relación que existe entre la información que estudia con los conocimientos que ya posee.

Igualmente, estos psicólogos reafirman que para que esto ocurra, la disposición del individuo es primordial. Porque es tu decisión personal, es tu elección y para eso debe haber una emoción positiva para hacerlo.

 

Tres conceptos diferentes

Juan Carlos expone en el 6to capítulo; Tres conceptos diferentes, que hay 3 palabras que solemos utilizar como sinónimo: Información, Conocimiento y Aprendizaje. Utilizar estos conceptos como iguales puede ser lo que nos esta frenando para tener un aprendizaje efectivo.

La Información es pura data, el conocimiento es el significado o utilidad que le damos a esa data, y el aprendizaje es el poner en práctica el conocimiento. Este último proceso es el más complejo de todos sobre todo cuando igualamos conocimiento-aprendizaje.

Si bien esto puede ser un “error”, cometer fallas es lo que nos ayuda a un aprendizaje más profundo y continuo. Richard Feynman, premio Nobel de Física en 1965, nos hace una invitación “hay que demostrar nuestras equivocaciones lo más rápido posible; es la única manera de avanzar”.

El error ha sido necesario para la obtención de muchas innovaciones en distintos rubros, Juan Carlos nos da una lista de resultados que se han dado gracias a ellos; la penicilina, el teflón, los Rayos X, el viagra de Pfizer, el celofán, incluso el encuentro de Colón con América.

Debemos empezar a ver los errores como sinónimos de avance. En mi opinión, debemos aceptar los errores y no deberían ser castigados de forma desproporcionada, ya que es contraproducente para la creatividad y para el aprendizaje.

Para poder asociar los errores como oportunidades necesitamos trabajar en nuestra humildad y madurez emocional. Como dice el libro “Si creamos las condiciones necesarias para sacarle un verdadero provecho a las equivocaciones, reduciremos la frustración que generan y protegeremos nuestra autoestima para aprender y crecer”.

 

No seguiré haciendo spoilers de esta lectura tan enriquecedora, pero si te voy a dar un consejo que podría cambiarte la vida:

Si estudiar para ti ha sido tedioso, si te has limitado a ver el estudio y el aprendizaje de forma tradicional y no logras realmente aplicar tu conocimiento a la vida real, este libro te ayudará a mejorar tus hábitos de aprendizaje y a romper paradigmas que puedan estar frenando tus procesos.

 

Te invito a seguir a Juan Carlos Jiménez en sus redes sociales y que te atrevas a romper con tus paradigmas cada vez que se conviertan en obstáculos en tu camino.

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